Lola y Raúl se conocieron en bicicleta hace más de 10 años y durante los primeros años se declaraban su amor escribiéndose cartas.
Tras reunirnos con ellos esta es la ID visual de su boda.
Esta fue su invitación, una postal en la que aparecían los novios en bicicleta.
El seating fue una carta de agradecimiento personalizado a cada uno de los invitados.
Detalle de decoración del salón con cajas de fruta.
Una boda que dejará huella.
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